domingo, 5 de agosto de 2012

Con la Crisis Europea ¿Existe el ánimo de redoblar la apuesta?

por Macias Mayco

En la eurofamilia persisten las disputan y aquí en la gran familia latinoamericana, adoptamos al hermano bolivariano al Mercado del Sur, sin tener en cuenta las instituciones democráticas y cómo solventar a la gran familia con un paradigma económico viable.

       La incorporación de Venezuela al Mercado del Sur resultó como señaló hace unos días Atilio Boron en Pagina 12, como un salto cuantitativo y cualitativo. El primero reforzando un Producto Interno Bruto de 3635 millones de dólares, lo que lo convierte en la quinta economía del mundo, sólo superado por Estados Unidos, China, India y Japón, y levemente por encima de la locomotora europea, Alemania y el segundo tópico exclama por la complementación económica de sus partes, el Mercosur luce como un espacio económico mucho mas armónico y equilibrado que la Unión Europea.

Sin embargo, esta combinación de elementos augura o pronostica que la interpretación política latinoamericana ha contado como válido el producto en el mercado del sur, del cual, se desprende el ideal pragmático y ahora hecho realidad de la Patria Grande. Aplicable o no, se aplicó en los ánimos políticos de redoblar la apuesta a la integración latinoamericana. Aun así, no están las miradas perplejas y atónitas a las instituciones democráticas tan detentadas durante años y que se vacían con la destitución presidencial de Lugo, a decir de esto, la suspensión de Paraguay no es ingeniera institucional en busca de nuevos engranajes democráticos que sin prever; suspende pretendiendo que, no vuelva a ocurrir.

   Ello implica tener en consideracion al fenomeno populista galopeando en America Latina, que realiza unas invariables formas de sofocacion democratica señalado por Laclau en el Congreso de la SAAP el año pasado. Ademas, el incremente en la res extensa del poder de las corporaciones economicas (V. Empresas Transnacionales o Mineras) que hoy definen la politica localista e interna de un Estado mas que el voto popular, se presentan como otra amenaza mas. Las consecuencias sociales y politicas ex post pueden divagar y hasta nunca manifestarse, esperemos que las ultimas Reformas Electorales nobles en su espiritu, realicen sus fines

 Cabe señalar que el trasfondo de la adhesión de Venezuela es el eje macro económico que se ampliaría alineando Buenos Aires – San Pablo – Caracas (sin contar, a Santiago de Chile). Interesante de este modo, resulta la situación si contamos los Tratados de libre Comercio con Egipto, Israel y Palestina sumándole los Acuerdos de Complementación Económica con México y Cuba. Próspera y diversificada en sus variedades culturales como así también lingüísticas en un marco globalizado, tendenciosamente estructurado por los multimedios. Alude Adolfo Koutoudjiàn que la falta de paradigma de desarrollo económico y social para Sudamérica. Sucedió después de una crisis de representatividad política producto de un arete económico al tejido espiritual y material de la sociedad. Hoy a esa situación, armoniosamente no la contemplamos, pero Europa si. Presto a las instituciones democráticas no contadas en la adhesión de la Republica Bolivariana al Mercado del Sur, difícilmente los ingenieros económicos diagramen estrategias para sacar adelante la potenciabilidad del Sur. Sin embargo, estamos atados al pie de la mesa por nuestra infraestructura económica convaleciente a la producción de materias primas. En otras palabras, seguimos siendo países periféricos con una falta de paradigma económico viable.

 Entre el Banco Central Europeo y el Banco del Sur de cara a su dinámica política, cabria preguntarse ¿Este ultimo sería capaz de manejar con avidez, una crisis inflacionaria de tal envergadura como la Europea? Pues los contextos y las realidades son muy diferentes tanto desde una óptica geopolítica que es aventurado -pero factible- realizar un análisis general comparativo. El embrión de la crisis se vino gestando desde hace treinta años con advertencias no escuchadas y el negociado político-económico latinoamericano apenas tiene vestigios de existir hace veintidós, los dos caminan para senderos muy distintos. Desde ya, el ultimo, cuenta con ventajas innumerables donde tenemos más esperanzas que certezas, empero un tópico axiológico, es no tener moneda común. Intención que va en contra marea al presidente bolivariano Hugo Chávez rectificando hace un tiempo atrás en el marco de la XV Conferencia Internacional de la Organización de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Copenhague. "Necesitábamos los latinoamericanos un billete común, un bolívar que nos una."

Allá en la Unión Europea todo logro se debe a Europa y todo fracaso, a la falta de Europa [esta última reflexión es aparejada de Pierre Rimbert] Si bien dicha fórmula es relativamente aplicable a nuestro tejido geopolítico ¿De cuánto se dispondrá para que se logre un completo reequilibrio interno en Latinoamérica? ¿Se podrá cuantificar la voluntad de a decir de países asociados como Chile, Bolivia, Colombia, Perú y Ecuador en este proyecto mancomunal o se esperará hasta que llegue una nueva tormenta neoliberal indiscutible bandera de la exclusión social tan mentada por la hegemonía neoliberal de los primeros constituyentes del Mercado del Sur? ¿Todas estas acciones llegarán, suficientemente lejos? ¿Si todo logro se debe a Latinoamérica y todo fracaso deberá corresponder a la falta de Latinoamérica? Con los ánimos de integración latinoamericana ¿Realmente nos podemos permitir una negación a la democracia? Sin riesgos de fragmentación ¿Los engranajes económicos pueden no ser pendulares entre el Modelo Keynesiano y el Libre Comercio? Por último, si resultó un salto cualitativo y cuantitativo la incorporación de Venezuela al Mercado del Sur. Será un salto al vacío si no se tuvo consideración las instituciones democráticas y un paradigma económico viable de manera contundente.

Disparador para la política de café

 Un social demócrata alemán, Thilo Sarrazin de bigotes que nunca sonríe alude: “Asegurar la paz entre los pueblos consiste en respetar el derecho de cada uno a vivir como quiera. Si los griegos prefieren dormir la siesta en vez de trabajar, si quieren dejar su oficina durante tres horas para divertirse con sus amantes, es problema de ellos. Siempre y cuando no nos pidan luego que paguemos la cuenta” Por otra parte, una exclamación en contrapartida de esta alusión y en una lluvia de insultos (sin saliva) por decir así decirlo, al estilo oficialista de Aníbal Fernández pero con una lectura griega -recibiendo la cuenta del bar y limpiándose la espuma económica del batido financiero- un griego de la embajada de Grecia en Berlín se pregunta sobre la “relación erótica” que los alemanes tienen con el dinero y el ahorro, Pantelis Pantelouris. “la palabra deuda (Schulden) -explica- es muy cercana a la palabra falta (Schuld)”. En este parentesco semántico se expresa una visión del mundo: endeudarse es cometer una falta, incluso un pecado. La deuda no se percibe como una herramienta económica eventualmente útil, sino como una maldición. Parece que los problemas psicológicos sexuales y sociales europeos son algo similar a los nuestros.


Notas

* Venezuela en el Mercosur. Sección Económica. Atilio Boron. Pagina 12

* Federalismo con Forceps por Segere Halimi en Edit. Le Monde Diplomatique. Edición 157. Julio 2012.
Thilo Sarrazin es un Ex banquero, se dice que vale oro en el mercado editorial; es citado por Oliver Cyran en el Temor de los alemanes ante el "griego holgazan" [Edit. Le Monde Diplomatique. Edicion 157. Julio 2012] El rock-star de la socialdemocracia es Miembro del Partido Social Democrata aleman (SPD)

miércoles, 1 de agosto de 2012

Progreso y Autonomía

Redactado por Gabriel Zaid en www.letraslibres.com

  ¿Cómo combatir la pobreza y respetar, al mismo tiempo, la autonomía personal y comunitaria de los pobres? ¿Cómo ofrecer una alternativa a las soluciones maximalistas que crean nuevos y más graves problemas? Gabriel Zaid sugiere atender los ejemplos y las ideas de Vasco de Quiroga, Gandhi, Iván Illich y E.F. Schumacher, adversarios del fetiche del progreso. El siglo XX produjo más toneladas de alimentos que nunca, y hambrunas nunca vistas. En el Segundo Plan Quinquenal de China (el Gran Salto Adelante para industrializar el campo), más de veinte millones de campesinos murieron de hambre. La cifra para el siglo en todo el planeta rebasó los cincuenta millones, la mayor parte en Asia, Europa comunista y África. Amartya Sen (Development as freedom) explica la paradoja. Las hambrunas son desastres logísticos. Puede haber alimentos de sobra, pero no la capacidad de llevarlos oportunamente a donde hacen falta. Con frecuencia, el problema surge por una catástrofe natural, pero lo decisivo es la mala administración. “Las hambrunas son, de hecho, tan fáciles de evitar que dejar que sucedan resulta sorprendente.” Hay un ejemplo bíblico de buena administración. El faraón de Egipto tuvo un sueño perturbador: siete vacas gordas devoradas por siete vacas flacas (Génesis 41). José lo interpretó como premonición: venían siete años de grandes cosechas y siete de hambre. Recomendó que en los años de abundancia se acumularan reservas de trigo con la quinta parte de las cosechas, y así evitó la hambruna siete años después. José pudo haberse limitado a compartir la angustia del faraón, sin entender lo que estaba pasando. O pudo comprender y aceptar la tragedia resignadamente, como si fuera la voluntad de Dios. O pudo proponer una tontería. Todo problema puede ser claro, confuso o invisible, prestarse a definiciones diferentes (y aun opuestas) y llevar a distintas soluciones, o a ninguna, o a remedios peores que el problema. Las mejores soluciones parten de un buen diagnóstico, de los recursos disponibles y de una actitud pronta, no pasiva. La población desnutrida (la octava parte de la mundial: 800 millones de personas) es también la que vive con un dólar diario (o menos), porque la desnutrición es causa y efecto de la pobreza (FAQ, The state of food insecurity in the world 2006). La desnutrición limita el desarrollo de las personas, las hace vulnerables a enfermedades y accidentes, acorta la vida y disminuye la vitalidad. Sin embargo, ha sido poco visible, porque sus privaciones no tienen los efectos extremos de las hambrunas, ni se concentran de manera fulminante en un lugar y momento. Frente a las hambrunas, que son evidentemente anormales, la desnutrición y la pobreza han sido vistas como normales (algo que pertenece al orden natural de las cosas); o, en todo caso, como irremediables. Naturalmente, si la pobreza es invisible o parece natural, el problema no existe. Si se atribuye al alcohol, la imprevisión o la falta de espíritu laborioso, resulta merecida. Si se toma como un castigo de Dios, parece irremediable. Si es vista como despojo, lo importante es reparar la injusticia, no remediar la pobreza. Si se confunde con la desigualdad, no puede haber solución hasta que cambie el régimen político (o la naturaleza humana). Si es vista como incultura, todo es inútil sin educación, mucha educación. Paradójicamente, una actitud opuesta al fatalismo puede tener efectos (exteriores) parecidos. La pobreza voluntaria de Buda, de Diógenes, de los estoicos y de los primeros monjes cristianos transformó el problema en solución. Lo importante es la liberación personal, no la abundancia de cosas que no valen ni hacen falta. Un deportista se priva de muchas cosas y se vuelve más dueño de sí mismo. (La palabra asceta viene del griego asketés, el que hace ejercicios para estar en forma.) Esta tradición se renueva en Gandhi, con resonancias románticas y políticas (Hind swaraj or Indian home rule, 1908). La autonomía (swaraj) de las personas, de las aldeas tradicionales y de la India es un ideal superior al progreso que trajeron los ingleses. “No necesariamente un hombre es infeliz porque sea pobre, o feliz porque sea rico.” No tenemos nada que aprender de los ingleses. Son ellos los que tienen que aprender de nuestra cultura tradicional. Gandhi se refería, naturalmente, a los ingleses que dominaban la India, y la hacían retroceder imponiendo el ferrocarril, la maquinaria industrial, los hospitales, las universidades, las cámaras legislativas, los tribunales: todo lo que destruye la autonomía personal y social. Pero admiraba a otros ingleses, de los cuales aprendió: los anarquistas, los tolstoyanos y los críticos de la economía moderna, especialmente John Ruskin, que pasó del análisis de la pintura moderna a The political economy of art (1857) y Unto this last (1860), una crítica de Adam Smith, David Ricardo y John Stuart Mill. La revolución industrial y el imperialismo napoleónico movieron a los románticos a la crítica del progreso y a revalorar lo medieval, las tradiciones populares, las artesanías, la vida del campo y la naturaleza. Gandhi no estaba en contra de la innovación dentro de la cultura tradicional, si el progreso era auténtico y autónomo. Hay un ejemplo ilustrativo, aunque remoto y poco gandhiano (porque Gandhi rechazaba las armas). Los apaches no tenían caballos ni rifles cuando llegaron los ingleses. Pero se los tomaron, y aprendieron a montar y combatirlos con armas de fuego. Este ejemplo ilustra, en primer lugar, la autonomía, porque las innovaciones que llegan del exterior no las imponen los ingleses: las adoptan los apaches por su cuenta y contra los ingleses. También ilustra (anticipadamente) el concepto de tecnología apropiada. Los apaches eran nómadas y cazadores. El caballo y el rifle resultaban perfectos para su forma tradicional de vivir. Inteligentemente, no los vieron como peligros para su identidad, sino como recursos para su autonomía.

Me intereso mucho, asi que espero que les guste. Un beso
Rocio Rodriguez