En un homenaje
a Guillermo O`Donnell en el Congreso Nacional e Internacional sobre Democracia
que se realizó en Rosario Santa Fe, quedó sentada una frase: “El intelectual
debe ocuparse de los acontecimientos que lo conmueven moralmente”. Es así, que interpelo e interpreto La realidad
sociopolítica sujeta a la Identidad latinoamericana donde la misma, está
compuesta no de problemas estructurales sino de desafíos. Muchos de los cuales
serán explicitados y otros quedarán más aún en un orden personal.
El quijote de
los Andes más conocido como Felipe Varela se puso a la vanguardia de la
denominada por Sarmiento <<barbarie>>
en una proclama revolucionaria para su tiempo en donde este manifestó ¡Viva la
Unión Latinoamericana! El catamarqueño diestro en sus interpretaciones pudo comprender
que el federalismo argentino se configura del siguiente modo: “Ser porteño es
ser ciudadano exclusivista y ser provinciano es ser mendigo sin patria, sin
libertad, sin derechos” Una vez aludido el desafío que augura un nuevo
federalismo argentino, con otras configuraciones, deseo comenzar a visar las
esperanzas rotas que interpelan a la unión latinoamericana, a la Patria Grande
en nuestros términos. Cabe aclarar que realizaré este breve ensayo de manera
holística, tendencia que pertenece al holismo, donde nada puede ser explicado
sino por las sumas de sus componentes tuteladas bajo un sistema y que es
capitalista, estoy consciente de que esperan más profundidad analítica pero
dichas alusiones obedecen al contexto. Aun así, no es razón para dejar de
hacerlas. Entre ellas se encontrarán desafíos como la esclavitud actual, la falaz independencia, la nación contraria a la paz,
el miedo como fin, la esencia de los medios masivos, la construcción de la subjetividad de los
monopolios, la muerte de conciencia,
ante la diversidad cultural: escases
intercultural y el desprecio por las instituciones democráticas.
El 24 de Julio
de 1783 nacía en Caracas, Simón Bolívar quien fuera uno de los gestores de la
liberación de nuestros pueblos del yugo colonial español, falaz liberación en
donde el mismo definía a la esclavitud
como: “Hija de las tinieblas, en un pueblo ignorante es instrumento ciego de su
propia destrucción”. Aunque constitucionalmente este abolida y sea repulsiva en
el tejido social, sigue campeando a sus anchas y ejemplo de ello, es la
situación actual del campesinado agrícola colombiano que es expropiado de sus
tierras y es catapultado a la división del trabajo gracias al grupo armado de
las FARC. Pero cabe aludir que la
pobreza como requisito básico para la esclavitud, es otra dignidad que no da
derecho a nada.
En un momento
histórico los pueblos americanos tuvieron un denominador común y ese fue el de
la Independencia y a la que yo
denomino Falaz, ya que no se prestó a la realidad. El uruguayo
Mario Montenegro señaló que el proceso independista consistió un traspaso de
poderes desde la Corona Española a los bien pensantes Criollos dejando en la
servidumbre la situación de los pueblos originarios. Pero nos concentremos en
la efectividad de la Independencia, la misma se desarrolló, con alegorías
fantásticas que proclamaban la voluntad del pueblo en aquella fórmula rousseana
que no se cumplió, el poder descansó y descansa en los representantes.
Principio orgánicamente contrario a la democracia. Objetando que cualquier
sujeto que oye lo anterior, se pregunta: ¿Y entonces en quien debería descansar
el poder del pueblo, sino en los representantes? Respondería: para ello se han
creado las asambleas populares rara vez utilizadas en la historia, es así que
el único factor que modificaría y configuraría dicho instrumento institucional,
seria la presión demográfica.
En correlación
a la Falaz Independencia, entre
nosotros es sabido que el desarrollo de los Estados latinoamericanos se vieron
obligatoriamente mimetizados a los albores del Nacionalismo y de la cual su
explosión undante fue la Revolución Francesa. Quisiera tratar de explicar que
parte de nuestra identidad no necesariamente debería corresponder a la Nación. Empero,
estando impregnados de ese nacionalismo que es como un pedo, donde sólo le
gusta el que se lo tira, solo le gusta el que lo proclama. Es allí, donde creo
poder simpatizar con Albert Camus en el Hombre Rebelde cuando señala que ama
demasiado a su país, como para ser nacionalista. Es que el mismo es
divisionista es decir, es un factor disolvente y es en tanto, un golpe a la
unidad donde interpela su bandera sobre todo. Donde no defiende la existencia
de los derechos sociales y de tal manera, se pondera bajo de los derechos
individuales, el populismo. Un embajador colombiano una vez explicitó: creo que
inventa naciones donde no las hay. Hoy, un soldado latinoamericano podría decir
que el nacionalismo es un buen trago de alcohol, que te embriaga pero no sobreviviría
para decir que te mata a su vez, muchos soldados del mundo no podrían. Entonces
demos un paso y nos cuestionemos: ¿Por qué en vez de crear ejércitos que se
especializan para la muerte, creamos ejércitos de Paz? Actores y líderes que
construyan constantemente el espíritu de la Paz, eso que es difícil de
encontrar y suena utópico seria uno de los pensamientos en este recinto. Por
consiguiente personalmente defino, que la Nación es un principio contrario a la
Paz, ya que por medio de miopes, el nacionalismo conduce a los hombres a la
guerra, guerra que es una extensión violenta de la política. Es así que me
pregunto: ¿Cuándo la política será extensión de la Paz?
Cuando las
eclosiones revolucionarias “libertarias” entraban en escena, y la consiguiente
fragmentación de estados estaba en marcha se necesitaba praxis para gobernar. En el caso argentino, una metodología
bastante actual ya había sido pensada en el plan de operaciones revolucionario
de Mariano Moreno aludiendo que el Hombre es hijo del rigor, se lo debe
gobernar por el terror, cuanto más abusivo y constante sea este gobernar, mas
obedecerá. Cabe preguntarse: ¿No es este el pensar de muchos actores que se
encuentran en posición de asimetría sobre varios? ¿Cuántos nos callamos por
miedo, y dejamos de denunciar una injusticia? ¿Las experiencias militares y
para-militares no jugaban con esto? De este modo, interpreto que la diagramación
maquiavélica está en pleno uso, la
política cómo medio y el miedo entre los hombres cómo fin.
Y en la misma
alineación e interpretación Mariano Moreno, explicaba desde su Gaceta cómo la
misma tenía que funcionar: “Los pueblos nunca saben ni ven sino, lo que se les
enseña y muestra, ni oyen más que lo que les dice” Preciso señalar que esta es
la esencia de los medios de comunicación
y sin ahondar demasiado podríamos cuestionarnos, en el contexto de la
globalización reinante ¿Cuántos actores y sujetos sociales, repiten y
parafrasean lo que oyen y ven en los medios? ¿Si desean manejar la visión y la
escucha del pueblo, porqué lo desean? ¿Los mismos, no manejan acaso nuestra
agenda cotidiana? ¿Cuánta subjetividad manejan?
Por ello,
siguiendo con el descubrimiento de Descartes con la subjetividad que se
presenta en la fórmula “pienso, luego existo” la misma, se desarrolló en el
devenir histórico donde esta subjetividad descubierta para el beneficio del
capitalismo mercantil supo hacerse formidable y configuró sus diversas formas
entre que unas de las actuales son: el
monopolio del mercado. Una venezolana Iraida Vargas-Arenas en su libro
Resistencia y Participación alude “Los monopolios internacionales exportan también
modelos de conducta, así como ideas, valores, referentes simbólicos, creencias,
maneras de ver el mundo. Se orientaron hacia la creación de una nueva subjetividad colectiva que
sirviera de soporte al proyecto” Es así
que esta subjetividad comienza a reinar, la autenticidad y la autonomía se
borran del sujeto latinoamericano, se bajan los prototipos comerciales y
comenzamos a vivir como los valores impuestos mandan. Ejemplo de ello es la
mirada del sujeto salvadoreño, panameño y mexicano de los 80 y 90 al norte de
América.
Si esta subjetividad está sujeta, un resultado claro de ello es que desembocaría
en lo que alude una líder aborigen Clara Chilcano, donde para subsanar lo antes
referido es necesario tener un capital valioso como la memoria y lo explica por
medio de un acontecimiento histórico mundial “La bomba de Hiroshima fue una
atrocidad muy grande que está en la memoria del mundo entero, pero hay también
un genocidio muy grande que es la muerte de conciencia, el sometimiento de
conciencia. Ojala que haya un pronto despertar, que sean muchos los que
despierten y que no duerman en la muerte de conciencia.” Entonces abramos la
posibilidad de realizarnos una pregunta molesta: ¿Cuántos vivimos en una muerte de conciencia?
Comprendo que parte de esa muerte de conciencia es interpretar a muchos
albores del tejido social como menos significantes a decir de ejemplo los
Pueblos Originarios. Desde una visión de
la psicología política nosotros podríamos visar que la construcción de los
imaginarios nacionales con respecto a los pueblos originarios fue la
exterminación, la invisibilizacion y no-presencia de los mismos. En diferentes
espacios latinoamericanos se desarrolló esta visión con más o menos intensidad.
Pero aun así, en la literatura reinante y en las disgregaciones teóricas sigue
haciendo ausencia la cosmovisión de la óptica aboriginista. Pero en muchos
estados latinoamericanos, se decidió intercalar y realizar más allá del enfoque
cultural totalizante o multicultural, el intercultural más avanzado y diestro, donde
encontramos un ejemplo adecuado como es el caso Boliviano y Peruano. Por ello ante la diversidad cultural: se otorga
espacio al enfoque intercultural, donde ambas culturas convivirían y
ninguna de las dos tuviera que abandonar su identidad, ejemplo de ello es la
educación interbilingue. Bajo el análisis del caso chileno, uruguayo y
argentino son claros ejemplos de escases intercultural, ya en las mismas,
predominó entre la dialéctica de civilización y barbarie, la civilización.
Contando con el avance del estado, para lograr su fin, el exterminio.
Por último, entre los desafíos
puestos en escena unos de más significativos es aquel que recorre las
generaciones donde la presencia de regímenes autoritarios se hizo presente, ese
hito militar se hizo posible gracias a doctrinas que se instalaban en lugares
como la Escuela de las Américas, pero se hizo más viable por el desprecio a las instituciones democráticas. Países como Alfredo Stroessner en Paraguay,
Juan María Bordaberry en Uruguay, de Banzer en Bolivia, Vargas en Brasil, el
caso de Nicaragua, del Estatuto de Seguridad de Ayala en Colombia y Leonidas en
el Salvador y la seguidilla derechista de Jorge Rafael Videla, Roberto Viola y
Leopoldo Galtieri en Argentina. Entonces podríamos traer a colación, unas
preguntas que debería hacerse todo ciudadano: ¿Cuáles fueron las propuestas (entiéndase
ideologías), alcances y limites que tuvieron estos autoritarismo cívico-militares?
¿Qué fue del respecto a las cartas magnas constitucionales? ¿Cuáles fueron las
consecuencias para la sociedad civil? Hoy en el siglo XXI ¿Podríamos estar
presenciando algún tipo de dictadura con otras configuraciones?
Una vez hecha estas alusiones, quisiera poder aclarar que la denominación
América Latina no es adecuada, ya que deviene de la concentración hegemónica
europea y me sentiría más acorde, si la denominación seria Sud América. Esa
misma América, que está abrazada por dos océanos, y que encuentra su respaldar
en una cordillera única, donde fue espectadora de grandes pensantes y
luchadores como así también de acontecimientos nefastos para la humanidad, allí
y aquí esta parte del Sur es nuestro hogar. Hoy denuncio estos desafíos, en
donde esta Patria Grande soñadora y constructora de la Unión de los Pueblos, se
ve arraigada a un pasado que no es tan lejano, donde el respecto y la
tolerancia deben estar presentes para lograr llegar a que el entramado de
pliegues pluriculturales, plurilinguisticos y plurietnicos obren y sean reales.
* maycoalejandromacias@live.com
“No se trata de cambiar el paisaje, se trata
de cambiar los ojos con los cuales se mira el paisaje”
Albert Camus, Hombre Rebelde
* maycoalejandromacias@live.com
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